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La figura de San Vicente Ferrer

05/11/2014

San Vicente Ferrer es el patrón principal de la Comunidad Valenciana, lo que significa que forma parte de la cultura de Valencia. Teniendo esto en cuenta, viene bien dar a conocer la historia de San Vicente Ferrer para que todos puedan apreciar lo que representaba y entender por qué es una fiesta tan importante en Valencia. El segundo lunes de Pascua se colocan siempre una serie de altares dedicados a la figura de San Vicente en las plazas y calles de Valencia. Su casa natal también es ahora una capilla dedicada a su memoria donde se puede visitar el Pouet de Sant Vicent. En este artículo vamos a repasar la historia de la vida de Vicente Ferrer, incluyendo sus logros importantes, tanto en vida como en la muerte, las cuales llevaron a su canonización por Calixto III el 29 de junio de 1455. 

La vida de San Vicente Ferrer

San Vicente Ferrer nació en Valencia el 23 de enero de 1350. Sus padres, Guillermo Ferrer y Constancia Miguel, tuvieron otros 2 hijos y 3 hijas más. Vicente Ferrer comenzó sus estudios en Valencia y, al orientarse enseguida hacía la religión, tardó poco en tomar el hábito al unirse a la Orden de los Dominicos en el Convento de los Predicadores de Valencia en 1367. Poco después de ingresar en la orden, sus superiores le enviaron a varios destintos como Barcelona, Lérida y Toulouse, el origen de la Orden de los Dominicos, con el fin de madurar y de profundizar sus estudios. Como consecuencia de esto, Ferrer le cogió el gusto a la enseñanza y el profesorado, lo que le llevó a dar clases como profesor de lógica en Lérida.

San Vicente Ferrer fue conocido por sus esfuerzos contribuidos a la búsqueda de una solución al Cisma de Occidente, donde hubieron varios pretendientes a la autoridad pontificia en la Iglesia católica. Tras morir el papa Gregorio XI en 1378 fue elegido Urbano VI como nuevo papa, pero muchos fueron los que dudaban la legalidad de la elección al haber faltado varios electores y habiendo bastante presión sobre los electores presentes. Todo esto llevó a que se celebrase una nueva elección que resultó en el nombramiento de Clemente VII, a quien apoyó el Rey Pedro IV de Aragón. Esto causó una división entre los seguidores de la Iglesia católica. 

Tras ser elegido nuevo papa, Clemente VII le encargó a Ferrer intervenir en el reino de Valencia en su nombre, lo que hizo de forma activa e intensa. Al haber tanta división y enfrentamiento entre los seguidores de Urbano VI y Clemente VII, San Vicente Ferrer acabó por renunciar su cargo de Prior del Convento de los Predicadores de manera voluntaria en 1380. Lo que no abandonó fue su pasión por la predicación en el reino de Valencia, y también siguió impartiendo clases de teología. 

Más tarde, San Vicente Ferrer decidió dedicarse a la predicación itinerante, y recorrió Europe occidental para cumplir con sus objetivos. Pasó por países como Francia y Bretaña, hasta que falleció el 5 de abril de 1419 en Vannes. Años más tarde, fue canonizado por Calixto III el 29 de junio de 1455, tras una votación en el consejo de cardenales. 

Celebración de San Vicente Ferrer

Como ya sabemos, el segundo lunes de Pascua se exponen diversos altares en honor a San Vicente Ferrer en las plazas y calles de Valencia. Entre estos altares figuran los siguientes:

  • Altar de la Pila Bautismal, en la plaza de la Virgen.
  • Altar de Ruzafa, en la calle Padre Pereda.
  • Altar del Mercet, en la plaza del Mercado. 
  • Altar del Carmen, en la plaza del Carmen. 
  • Altar de la Playa, en el barrio del Grao.
  • Altar del Mercado de Colón, en la calle Martinez Ferrando.
  • Altar de los Niños de la calle San Vicente. 
La figura de San Vicente Ferrer